» El programa ACA me ha traído el milagro de la vida. Soy capaz de experimentar compasión, perdón, amor y gratitud, las emociones que hacen que valga la pena vivir mi vida «. BRB pág.
Antes de ACA, muchos de nosotros estábamos tan atascados en nuestras disfunciones que si alguien nos preguntaba cómo nos sentíamos, usualmente decíamos, “Bien”. Probablemente ni siquiera sabíamos cómo describir nuestros sentimientos, ya que muchos de nosotros no podíamos pensar en más que unos pocos de todos modos. Este fue el resultado de reprimirlos constantemente en nuestra infancia y vida adulta.
En ACA, aprendemos a cambiar nuestros pensamientos, a liberarnos gradualmente de las cosas que nos están pesando. Vemos que el cielo es a menudo un azul hermoso; no siempre nublado. Comenzamos a ver muchas más posibilidades para nosotros mismos acerca de la forma en que realmente queremos vivir nuestras vidas.
Descubrimos que es posible tener compasión por los demás de una manera que no significa que queremos o necesitamos corregirlos. Entendemos que todos tenemos luchas, ofrecemos ayuda donde podemos, sin ataduras. En lugar de cargar con resentimientos, aprendemos el perdón. Comenzamos a liberar cualquier amargura y cólera. En lugar de ser una víctima y sentir que no tenemos lo suficiente, aprendemos a sentir gratitud por lo que tenemos y por nuestro potencial. Encontramos los milagros
“En este día recordaré los regalos emocionales que este programa me ha dado, y con gratitud prometo continuar abriéndome a las posibilidades de la vida a través de ACA «.
INTERGRUPO MEXICO IG 635 
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